domingo, 25 de octubre de 2020

Una lección del Método Feldenkrais 05: El escaneo

 El Escaneo


Elaboró: Dr. Héctor Darío Aguirre Arvizu
Maestro Certificado en el Método Feldenkrais©
Centro Feldenkrais del Sur
centrofeldenkraisdelsur@gmail.com
14-11-17
20-10-25 

Prueba hacer esta lección del Método Feldenkrais.
Emplea el menor esfuerzo para hacer la acción.
Pon atención a lo que se te pide.
Si te interesa conocer más sobre el Método Feldenkrais déjanos un comentario con tu pregunta.

Nota. Las Lecciones del Método Feldenkrais son secuencias de movimientos para tomar conciencia de cómo se hacen, para aprender a movernos de modo diferente. No son ejercicios en el sentido tradicional. Sin embargo, por el hecho de usar el cuerpo es importante aclarar que no se debe realizar ningún movimiento si genera dolor alguno. Se debe evitar a toda costa cualquier dolor. Si es necesario, imagina los movimientos. Sigue las indicaciones y evita dolores y esfuerzos.

1.  Camina un poco alrededor del cuarto.
2.  Recuéstate en el piso.

3.  Revisa cómo se encuentra el contacto de tus pies con el piso. ¿Cómo es el apoyo?, ¿hay alguna diferencia entre cómo se apoya un talón y otro?, ¿los pies se encuentran colocados en un ángulo diferente respecto a una línea imaginaria en el centro?. ¿Hay un hueco entre el tendón y el piso?
4.  ¿Qué tanto de ti toca en tus pantorrillas?, ¿cómo es la impresión que dejan tus pantorrillas al estar en el piso, son iguales o diferentes?
5.  ¿Hay un hueco en la corva, detrás de la rodilla?, ¿cómo es en cada lado?
6.  ¿Cómo se asienta el muslo izquierdo?, ¿qué tanto toca?. ¿Cómo lo hace el muslo derecho?, ¿de igual manera o diferente?
7.  Siente el apoyo de tus glúteos en el piso, ¿es diferente en un lado que en otro?
8.  ¿Hay una curva en tu cintura?, ¿hay un hueco?, ¿qué distancia hay entre la cintura y el piso?, ¿es igual en ambos lados? Coloca tu mano derecha detrás de tu cintura y nota si puede pasar fácilmente. Ahora prueba con la izquierda y nota la diferencia.
9.  ¿Cómo es el contacto de tu espalda alta, al nivel de las costillas?, ¿es diferente de un lado y otro?, ¿qué tanto de ti apoya libremente en el piso?
10.  ¿Cómo es el hueco entre el cuello y el piso? usa tu mano para darte una idea de su forma y tamaño.
11.  ¿Cómo estás apoyando la cabeza?, ¿se encuentra girada hacia algún lado?
12.  Imagina que estás recostado(a) en la playa que acaban de alisar, ¿cómo es la imagen que deja tu cuerpo al pararte?, ¿cómo son los huecos?, ¿dónde son más profundos?
13.  Imagina una línea que va de tu cabeza hacia tu pubis. ¿Qué tanto de ti cae en la izquierda?, ¿qué tanto en la derecha?, ¿hay diferencias entre lo que hay a cada lado en diferentes alturas?
14.  Imagina ahora una línea que sale a cada lado de la cadera y va hacia cada pie. ¿Qué tanto de cada pierna cae a cada lado de la línea?
15.  Nota si tus piernas se encuentran simétricas respecto a la línea del centro. ¿Se encuentran giradas hacia algún lado?, ¿es diferente el giro en cada lado?
16.  Imagina unas líneas que van de tus hombros a tus manos. ¿Qué tanto los brazos corren por esas líneas?, ¿qué tanto están por fuera de ellas?
17.  Nota el acomodo de los brazos, ¿es simétrico o diferente en dada uno.
18.  Si estuvieras entintado(a) en toda la parte trasera, ¿cómo sería el sello que dejas en el piso. Verifica las formas y las superficies.
19.  Verifica cómo es tu respiración en este momento. ¿Qué partes de ti se mueven cuando respiras?, ¿cómo es el movimiento de las clavículas?, ¿y en la parte alta del pecho?, ¿en la zona baja de las costillas?, ¿y cómo es el abdomen arriba de tu ombligo?, ¿cómo es debajo de tu ombligo?
20.  ¿Cómo se mueven las diferentes partes al inspirar?, ¿cómo lo hacen al espirar?
21.  ¿Sientes el movimiento de tu ser hacia atrás al inspirar?
22.  Deja todo y descansa.
23.  Rueda hacia un lado y siéntate, luego párate de la forma más lenta. Camina un poco. ¿Notas alguna diferencia en ti?, ¿cuáles son?
24. Camina un poco y ve a tus actividades.


 D. R. 2014 Darío Aguirre
 D. R. 2020 Darío Aguirre

domingo, 16 de agosto de 2020

El cuidado de los ojos por el uso de pantallas luminosas

Recomendaciones prácticas


Dr. Héctor Darío Aguirre Arvizu
Maestro en el Método Feldenkrais
20-08-16

Vivimos una situación difícil con la pandemia, la cuál ha provocado muchos trastornos en nuestras costumbres. Un gran cambio se ha dado en tanto que cada vez más personas ven televisión, pantalla de computadora o celular. Es como si estuviéramos viendo un foco encendido por horas. Ello afecta a los ojos, provocando, entre otros padecimientos: irritación, ojo rojo y fatiga ocular.

Las nuevas demandas a nuestros hijos, en términos de verse obligados a estar frente a una pantalla por largas horas, puede provocar síntomas como los indicados y hasta dolores fuertes de cabeza, como ya se está viviendo en diversos hogares. A ello se junta el fastidio de estar sentados largas horas y los problemas de comunicación en virtud de la necesidad de estar en contacto físico con sus compañeros, mismo que no va a ser satisfecha pronto.
Aquí te presento algunos ejercicios prácticos para recuperar los ojos por el sobre esfuerzo al que se ve sometida la vista por estar tanto tiempo frente a pantallas luminosas (incluso en modo “oscuro”). Procura hacerlos con la espalda alargada, como si te llevaran la parte alta de la cabeza con un hilo hacia arriba.
1. Descansa los ojos cada 40 minutos de estar frente a la computadora, al menos 10 minutos pero preferentemente 20 minutos.
2. Ve a la calle o por lo menos a la ventana y observa algo, por ejemplo un árbol, a lo lejos, muy lejos, enfócalo, y contémplalo de veinte segundos a medio minuto. Luego pon tu dedo pulgar frente a ti, con la mano a unos 30 centímetros de tus ojos y enfócalo. Cambia de foco varias veces: ve a ver a lo lejos y luego a tu dedo, reduciendo el tiempo de contemplación, de los treinta segundos a un segundo.
3. Cierra tus ojos y soba tus globos oculares ligeramente con tus manos (debiendo estar limpias, claro).
4. Haz como cazuelas con tus manos y tapa los ojos. Espera a que todo sea oscuro y destápalos y ábrelos frente a la luz de una ventana. Al principio te va a parecer que la luz te molesta los ojos, pero conforme te acostumbres a repetir el ejercicio la sensación desaparecerá y tus ojos descansarán.
5Parado o sentado de modo tranquilo, alargando la espalda de manera suave.
a) Empieza a mover los ojos a un lado y otro, lento, muy lento, dejando la cabeza quieta, orientada hacia el frente. Después de varias veces descansa. 
b) Después repite el movimiento de los ojos a un lado y a otro y esta vez deja que la cabeza siga a los ojos. Varias veces, movimientos extremadamente lentosPara y descansa un momento (lo que signifique eso para ti). 
c) Mueve los ojos igual, izquierda a derecha, derecha a izquierda de manera muy lenta y lleva la cabeza en dirección contraria. Varias veces y descansa.
6. Párate en dos pies separados al ancho de la cadera.
a) Empieza a balancear los brazos adelante y atrás alternando, uno adelante y otro atrás. Varias veces. Descansa. 
b) Ahora balancea los brazos y lleva el hombro del que va hacia adelante también adelante, y el otro atrás. Esto hace que la parte superior de tu pecho empiece a girar en un sentido y en otro. Varias veces y descansa. 
c) Muévete como en el momento anterior y deja que la cabeza gire en el mismo sentido de la parte superior del pecho. Varias veces y descansa.
d) Ahora repite lo anterior y lleva todo el tronco a girar en un sentido y otro (horario y antihorario, imaginando un reloj de manecillas en el piso), dejando más o menos quieta la cadera. Varias veces y descansa.
e) Ahora agrega al movimiento anterior la cadera. Nota que el apoyo de los pies cambia en cuando vas en un sentido y en el otro. Estás girando en un sentido y en otro. Repite varias veces y descansa. 
f) Ahora lleva todo el cuerpo a girar en un sentido y en otro y ahora, cuando vayas a la izquierda, levanta el talón derecho y la punta del pie izquierdo, y cuando vayas al lado derecho cambia, levanta el talón izquierdo y la punta del pie derecho. Repite varias veces y descansa.
7. Con ojos cerrados u ojos abiertos. Alarga tu espalda y realiza el siguiente ejercicio con el ojo izquierdo solamente (aunque se va a mover tu ojo derecho, piensa en mover el izquierdo). Que arriba y abajo, derecha e izquierda sean hasta donde puedas sin que duelan los ojos.
a) Dirige la vista arriba a la izquierda y llévala por una línea imaginaria hacia arriba a la derecha y de regreso. Varias veces y descansa. 
b) Ahora lleva la mirada de arriba a la izquierda, a arriba a la derecha y luego abajo a la derecha, y de regreso, arriba a la derecha y arriba a la izquierda. Varias veces hasta donde sea fácil y descansa. Procura que las líneas sean suavemente rectas y el movimiento continuo, sin saltos.
c) Lleva la vista arriba a la izquierda, arriba a la derecha, abajo a la derecha y al final abajo a la izquierda, y luego regresa. Estas haciendo líneas más o menos rectas, pero suaves, pueden ser un poco curvas, pero suaves y continuas. Varias veces y descansa.
d) Ve con la vista arriba a la izquierda, arriba a la derecha, abajo a la derecha, abajo a la izquierda y arriba a la derecha y regresa en sentido inverso. Varias veces, lo más amplio posible pero cómodo. Descansa.

D. R. 2020 Darío Aguirre

lunes, 8 de junio de 2020

Entre el aburrimiento y el estrés

Estado de los alumnos en la pandemia: 

entre el aburrimiento y el estrés, una reflexión


Dr. Héctor Darío Aguirre Arvizu
20-06-08

De acuerdo a lo que se nos ha informado, los jóvenes en resguardo ante la pandemia se sienten ABURRIDOS y ESTRESADOS.
Etimológicamente hablando, lo ABURRIDO es aquello que no nos asusta y no nos pone los pelos de punta. Lo que no nos pone "los pelos de punta”, no nos pone en la más mínima alerta, en el sentido más biológico. 
Por otra parte, si los jóvenes se sienten ESTRESADOS eso quiere decir que están en el extremo de la estimulación (de lo que produciría horror), es decir, están sobreestimulados, tienen demasiadas tensiones acumuladas y no pueden sacarlas. Y explico.

La alerta básica es un estrés normal o natural, que nos invita a movernos, y está condicionado por un proceso evolutivo, no dependiente de la cultura o las preferencias de las personas. Ser estimulados y estresarnos mínimamente para movernos es sano. 
El estrés está siendo entendido aquí como una preparación del cuerpo, condicionada evolutivamente, para la acción, teniendo tres posibles reacciones:  
a) ataque a aquello que produce una irritación o agresión,
b) huida del lugar para alejarse de la agresión,
c) el congelamiento temporal por medio de contracción muscular, que prepararía para una huída súbita.
Nuestras acciones son controladas por el sistema nervioso, entendido precisamente, como un sistema, como un todo organizado de partes, jerárquicamente dependientes, con propiedades emergentes no deducibles de las propiedades de las partes, con una gran retroalimentación interna y externa, así como subsistemas de redundancia. El sistema nervioso es uno de procesamiento de información de entrada, dado por los sensores, que produce una acción: movimiento controlado.
Nuestro problema en la sociedad y cultura actuales es que estamos saturados de estimulaciones que nos producen pequeños y grandes estreses (reflejados en contracciones musculares) que se van acumulando, y no contamos con formas de acción que nos permitan descargar las contracciones musculares de modo suficientemente rápido y continuo.
Dicha acumulación de estrés no descargado puede llevar al sistema humano completo a la inmovilidad, al desorden (descontrol de la corteza cerebral), a la falta de energía, a la fatiga (desgaste de mecanismos bioquímicos de acción de los órganos y los músculos- la fatiga se vive como agotamiento, como cansancio, incluso como “aburrimiento”), es decir, a no poder movernos por falta de energía. 
Pero también podemos llegar al congelamiento de nuestro ser (mente, cuerpo y espíritu), a no movernos por engarrotamiento, por tensión muscular constante (casi hasta la tetanización, como cuando nos dan calambres). Luego entonces, no nos movemos por exceso de contracción muscular por demasiada energía, lo cual se vive, paradójicamente, como falta de energía.

Si la estimulación o agresión es súbita e intensa se puede llegar al bloqueo del sistema nervioso y de allí a otros niveles del sistema llamado SER. Se podría alcanzar incluso un trauma, que es una inmovilización en algún campo de la vida.
Para la sobrevivencia requerimos de un mínimo de estimulación del exterior, de tal manera que nos estresemos temporalmente, estimulación que nos lleve a movernos hacia un objetivo o para alejarnos del peligro y con ello se descargue el estrés por perdida de la contracción muscular generada.
Por otra parte, la autoestimación, es decir, lo que surge de uno mismo y nos lleva al movimiento, es un proceso biológico dado por la curiosidad innata (que produce exploración en el medio ambiente), la cual se formó a lo largo de la evolución y es la base del proceso de cambio y adaptación del sistema nervioso llamado aprendizaje que nos lleva a tener memoria de lo que funciona y no funciona para la sobrevivencia. En ese sentido el aprendizaje es un proceso de origen biológico y no intelectual.
El temperamento es la respuesta biológica con la que cada persona nace para el movimiento hacia la obtención de satisfactores como la alimentación y la reproducción (el hambre nos estresa y orienta a buscar comida, la excitación sexual nos lleva a la descarga por medio de la cópula).
 En principio ninguna persona, considerada su biología, debería ser falta de curiosidad, ya que ésta le lleva a aprender, pero la cultura, a través de la educación, modula, regula, inhibe o desaparece la curiosidad innata a conveniencia de intereses en diferentes niveles.
La cultura y sociedad deberían, en principio, educarnos para orientar nuestra motivación interna hacia un objetivo, digamos, útil. Y de hecho lo hace, nada más que no hay consenso de qué sería “útil” más allá de la sobrevivencia. Cada cultura forma sus objetivos de educación (con sistema educativo formal y sin él) de acuerdo a valores e intereses (a veces de las clases gobernantes, a veces por costumbre e inconsciencia) o por diversas razones.
Un sistema educativo basado en el conocimiento y no en la moral o los intereses de clase, indicaría qué aspectos de la exploración sería bueno fomentar y cuáles conviene inhibir ya sea para beneficio del individuo o de la sociedad. Lo más común hasta ahora, es que la educación inhiba en exceso los impulsos de exploración curiosa, hasta anularla y hacer que el individuo “se acomode” al sistema social y prefiera no hacer nada sino hasta que se lo indiquen (aprende a “nadar de muertito”, o hasta que se ve liberado de sus “captores”.

Una buena educación produciría que los individuos tuvieran una suficiente estimulación interna para lograr sus objetivos (de hecho para que vaya formándolos) pero también una suficiente inhibición para considerar la presencia de otros, ya que vivimos en sociedad.
La estimulación interna suficiente puede llevarnos a un movimiento para el logro de objetivos personales, desde los más básicos hasta los más intelectuales (recordando la pirámide de Maslow). Desgraciadamente en muchos casos se llega a inhibir la curiosidad, lo que hace desaparecer la motivación interna para bienes comunes pero la permite para beneficios personales que podrían producir un perjuicio individual.
Cuando no aprendemos a estimularnos nosotros mismos a objetivos, o aprendemos que es adecuado hacerlo solamente bajo ciertas circunstancias o por medio de ciertos estimulantes, nos vamos a mover pero no por nuestro fuero, entonces caemos fácilmente en inmovilidad que es expresada como aburrimiento. Muchos adultos han aprendido a desaburrirse por medio de  ir a lugares estimulantes como bares, viajes, hacer fiestas o ingerir drogas como alcohol, tabaco u otras. Cuando a ese tipo de adultos se les plantean otras posibilidades de acción que no aburren como leer, tomar cursos, practicar deporte o similares, les parece imposible o que quien lo hace es un ñoño.
Pero regresando al primer asunto, el aburrimiento, en nuestra cultura lo aburrido es tomado, normalmente, como lo que no nos gusta, nos desanima, no nos da “ganas” (nos desgana), nos deja sin deseos de hacer cosas, con falta de energía. Podemos decir que la persona que se siente aburrida está falta de estimulación, externa o interna. El joven estudiante requiere de ser estimulado lo suficiente para moverse pero al mismo tiempo necesita aprender a estimularse para actuar.
Nosotros aprendemos familiar, social y culturalmente a reconocer lo aburrido. Lo que en un grupo es aburrido en otro es estimulante. Si alguien está aburrido atribuye al exterior su aburrimiento ya que considera que lo que vive debe ser estimulante (por condicionamiento cultural). No considera que haya aprendido a aburrirse (a desganarse, a no ser estimulado por un tipo de exterior) por el ambiente en que vive. Y tampoco considera que se aburre a sí misma porque no sabe estimularse o solamente ha aprendido a estar inhibida.
Los videojuegos son estimulantes y motivantes a seguir jugándolos ya que están diseñados en función de los mecanismos básicos de aprendizaje: clásico o pavloviano y condicionante o skinerniano. Lo mismo ocurre con los espectáculos como el cine, las luchas libres y los deportes, aunque no tanto como el teatro, y en muy poca medida la educación (sobre todo en la fase pavloviana).

Cuando el joven aprende a aburrirse, por la cultura, la publicidad, la influencia familiar, las expectativas, no importa qué estimulación, pequeña o grande, novedosa o común, se le de, va a decir que se aburre. Pero incluso llegará a decir que “algo” le aburre aunque no conozca de qué se trata, con el puro hecho de que se le ponga un nombre que no le estimule. Estimula más decir que algo es secreto, misterioso, prohibido, “lo que no sabías…” que usando palabras como educación, materias, escuela y semejantes.

Si nuestros jóvenes están ABURRIDOS y ESTRESADOS, están en los extremos de un continuo, entre la falta de estimulación interna y externa adecuadas para que se muevan a hacer “cosas” y la sobreestimulación por el resguardo, los medios tradicionales y actuales, el poco espacio de desarrollo, las obligaciones escolares, la presión de ver a su familia todo el día y otros estresores, lo que puede inhibidlos a hacer actividades escolares u otras (esto independientemente de si cuentan con medios de comunicación como el internet, cuya falta o presencia puede ser un estresor en sí).
Lo que nos viene a los maestros es establecer estrategias didácticas que canalicen las energías excesivas malamente acumuladas para que los jóvenes pasen de la mejor manera esta fase de su vida, y logren los aprendizajes básicos para vivir el futuro en incertidumbre, instabilidad, necesidad de tomar decisiones y actuar.

D. R. 2020 Darío Aguirre


martes, 31 de marzo de 2020

Una Lección del Método Feldenkrais 04: moviendo la pierna

Una lección del Método Feldenkrais

Moviendo la pierna

Elaboró: Dr. Héctor Darío Aguirre Arvizu
Maestro certificado en el Método Feldenkrais

Originalmente publicada el 13-01-06
20-03-31

Prueba hacer esta lección del Método Feldenkrais.
Emplea el menor esfuerzo para hacer la acción.
Pon atención a lo que se te pide.
Si te interesa conocer más sobre el Método Feldenkrais déjanos un comentario con tu pregunta.

Nota. Las Lecciones del Método Feldenkrais son secuencias de movimientos para tomar conciencia de cómo se hacen, para aprender a movernos de modo diferente. No son ejercicios en el sentido tradicional. Sin embargo, por el hecho de usar el cuerpo es importante aclarar que no se debe realizar ningún movimiento si genera dolor alguno. Se debe evitar a toda costa cualquier dolor. Si es necesario, imagina los movimientos. Sigue las indicaciones y evita dolores y esfuerzos.

En la realización de cualquiera de las lecciones propuestas es importante estar cómodo, evitar prisas, hacer las cosas con calma y lentitud y evitar cualquier tipo de molestia o dolor. Deje de hacer cualquier cosa si siente molestias o dolor.


Movimiento de la pierna

  1. Recuéstate en el piso on en un colchón más o menos firma. Puedes usar una cobija o toalla para no tocar directamente el piso, si es necesario usa una almohada para la cabeza.
  2. Colócate boca arriba y nota cómo es el apoyo de tu cuerpo en este momento. ¿Qué es diferente entre un lado y otro del cuerpo, ¿cómo son una líneas imaginarias que van a lo largo de brazos, piernas y el centro de la columna vertebral?, ¿qué de ti descansa más en el piso?
  3. Nota cómo es el apoyo de los tobillos. ¿Cómo están descansando las pantorrillas?, ¿cómo lo hacen los muslos?
  4. Levanta la pierna derecha en dirección del techo, con la rodilla extendida, de modo fácil y regrésala al piso. Asegúrate de que lo haces a baja velocidad, no importando la altura a la que llegues, y repite varias veces procurando hacerlo muy lento y suave. Procura hacerlo ahora con el mínimo esfuerzo. ¿Estás pretendiendo levantar la pierna lo más alto posible? Disminuye la altura a la que levantas la pierna a la cuarta parte de tu capacidad máxima y repite varias veces. Ahora levanta solamente 10 centímetros la pierna, varias veces. Ahora disminuye la velocidad a la que lo haces. ¿qué es diferente al hacerlo? Deja eso y descansa un momento.
  5. Repite el paso anterior solamente unos cuantos centímetros y muy lento. ¿Es más pesada la pierna así o cuando lo haces alto y rápido, ¿qué es diferente? Para el movimiento y descansa un momento.
  6. Rueda el tobillo derecho para que el borde externo del pie se acerque al piso que está a la derecha aunque no lo toque. Realiza el movimiento en muchos intentos, como si no quisieras que el borde del pie tocara el piso. ¿Cómo lo haces?, ¿cómo te organizas?, ¿qué tanto de ti se integra al movimiento del tobillo? Repite varias veces del modo más fácil y lento posible y descansa luego.
  7. Lleva de nuevo el borde derecho del pie al piso de modo suave y cuando logres apoyarlo procura notar qué ocurre con la rodilla. Rueda el tobillo ida y vuelta varias veces. Nota que la rodilla se dirige hacia la derecha y al regresar apunta de nuevo hacia el techo. Hazlo varias veces y detén todo movimiento y descansa.
  8. Rueda de nuevo el tobillo varias veces  nota que si quieres que toque todo el borde del pie necesitas dejar que participen los músculos del muslo. ¿Hasta dónde sientes el movimiento del tobillo?, ¿a la pierna?, ¿a la cadera?, ¿a la cintura?
  9. Rueda a un lado lentamente, siéntate y luego, también despacio y sin prisas, párate. Camina un poco en el cuarto y siente la diferencia de apoyo entre las dos piernas.
  10. Regresa a la posición de recostado boca arriba y ahora lleva tu pie derecho hacia la derecha, rodando y nota cómo lo haces ahora. Procura no hacer el máximo posible. ¿Es más fácil? Para y descansa.
  11. Rueda de nuevo el pie a la derecha y cuando sientas que el pie apunta hacia la derecha acerca el tobillo hacia la cadera suavemente y no todo el recorrido posible, sino solamente una parte. Aleja el tobillo de la cadera y regresa el pie a su posición inicial. Repite varias veces el movimiento, suave y lento. No hagas fuerza para realizarlo, es mejor no completarlo que ejercer fuerza. Después de algunas veces de hacerlo, para y descansa recostado.
  12. Lleva el pie rodando en el tobillo hacia la derecha, luego acerca éste hacia la cadera y regresa. Procura que se acerque solamente la distancia que sea fácil y regresa. Repite varias veces el movimiento completo. Procura regresar por el mismo camino que llevaste el pie. Haz que el movimiento sea reversible. Descansa después de varios ensayos.
  13. Vuelve a llevar el pie a la derecha, como antes y cuando llegue a un punto cómodo acerca el tobillo a la cadera, entre las piernas y regresa por el mismo camino: ¿en qué es diferente el movimiento?, ¿es más fácil? Repite varias veces el movimiento. Nota cómo la rodilla apunta hacia la misma dirección que el pie, hacia la derecha. Descansa.
  14. Lleva el pie rodando a la derecha, acerca el tobillo a la cadera y, cuando encuentre lo más cerca posible de ella, en un punto que sea cómodo, dirige la rodilla derecha hacia el techo, llevando el pie en contacto para que se apoye en el piso, regresa por el mismo camino hasta la posición inicial y repite varias veces el movimiento. Siempre de modo suave y lento, sin prisas. Evita contar el número de veces que lo haces. Descansa un poco.
  15. Repite el punto anterior varias veces, ida y vuelta, de modo reversible, lento y suave. ¿cómo te organizas para hacerlo?, ¿qué músculos participan ahora de modo activo?, ¿cuáles podrían y no lo están haciendo? Disminuye la velocidad y nota cómo puedes involucrar a los músculos más fácilmente. Para y descansa.
  16. Rueda a un lado, siéntate y luego párate. Date tu tiempo para cumplir las indicaciones. Camina un poco y nota qué es diferente en tu marcha.
  17. Regresa a acostado boca arriba. Repite los pasos anteriores imaginando que lo haces con la pierna izquierda. No lo hagas, solamente imagina. Descansa entre punto y punto. Deja todo y descansa.
  18. En otra ocasión realiza esta lección con la pierna izquierda y al final imagina que la haces con la pierna derecha.


D. R. 2013-2020 Darío Aguirre


Recomendación para el Desarrollo Humano 010

Desarrollo humano 010 


Dr. Héctor Darío Aguirre Arvizu
20-03-31
Originalmente publicada el 13-03-08


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"RECOMENDACIÓN DEL DÍA PARA EL DESARROLLO HUMANO" (10): 

Practica movimientos circulares de tu cuerpo


Aunque parezca reiterativo respecto a otras recomendaciones.

Moviliza todas las articulaciones de manera lenta.

1. En cualquier posición. Comienza por las muñecas moviendo las manos en círculo en un sentido y otro. Continúa con los codos moviendo los antebrazos en círculo. Ve a los hombros y muévelos brazos lo más amplio posible, en círculo.

2. Parado. Ve a los dedos del pie y muévelos en círculos, luego ve al tobillo y gira todo el pie, en un sentido y el otro. Luego a la rodilla para girar la pantorrilla, al final la pierna completa alrededor de la la cadera, hasta donde sea posible levantándola, evitando caer. Cambia de pierna.
3. Con la cabeza en la vertical, haz movimientos circulares con tus ojos, de modo lento, pequeños y grandes. Luego agrega la cabeza, haciendo círculos, grandes y pequeños, en un sentido y en otro, alrededor del eje de la misma, como formando un cono.

4. Ahora mueve circularmente la cabeza como antes y ahora incorpora los hombros y el tronco, como si fueras un cono invertido cuya punta está en la cintura, deja la cadera quieta. Cambia el sentido de cómo haces. Unas veces en sentido horario, otras antihorario.

5. Eleva los brazos y muévelos formando círculos, como pintando el techo. Cambia el sentido, no lo hagas siempre en el mismo, ni mucho, ni poco. No lo hagas rápido, sino lento, evitando el mareo.

6. Ahora, parado, los pies sin moverlos, mueve la cintura en sentido horario y antihorario, ve incorporando poco a poco las partes de más arriba, pero deja quietos los hombros. Puedes poner las manos en la cintura o no. Como moviendo un ula-ula.
7. A lo largo del eje del cuerpo. Mueve los hombros en sentido horario y antihorario. Incorporal el pecho cada vez más, luego la cintura de modo más activo. Deja la cadera quieta. 
8. Ahora comienza a mover la cadera en sentido horario y antihorario, a lo largo del eje (ya no son círculos sino pendulaciones), ve incorporando poco a poco la cintura el tórax y deja los hombros quietos.
9. Camina y nota tus cambios.

Date el tiempo necesario para sentir tu cuerpo…


D. R. 2013-2020 Darío Aguirre




domingo, 29 de marzo de 2020

Recomendación para el Desarrollo humano 009

Desarrollo humano 009 


Dr. Héctor Darío Aguirre Arvizu
20-03-29
Originalmente publicada el 13-03-07


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"RECOMENDACIÓN DEL DÍA PARA EL DESARROLLO HUMANO" (9): 

Actividad física sencilla al iniciar el día


Después de levantarte de la cama con la mayor calma posible, realiza un poco de actividad física yendo de menos a más, nunca llegando a altas intensidades. 
Si vienes del sedentarismo procura no pasar de 10 minutos los primeros 15 días. 
Si tienes cierta condición física, llega a los 20 minutos. 
Si tienes buena condición física llega a la media hora. 
Conforme avanzan los días aumenta unos 3 a 5 minutos la rutina de actividad física y regresa a menos tiempo si sientes que es demasiado. 
Evita llegar a una condición de agotamiento o falta de aire. 
Es mejor distribuir 3 horas de ejercicio en periodos de 20-30 minutos por día que hacer esas mismas tres horas en un solo sábado.

Si no quieres hacer "ejercicio" o "deporte", el Método Feldenkrais es ideal para ti.

D. R. 2013-2020 Darío Aguirre



Recomendación para el Desarrollo Humano 008

Desarrollo humano 007 


Dr. Héctor Darío Aguirre Arvizu
20-03-29
Originalmente publicada el 13-03-04


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"RECOMENDACIÓN DEL DÍA PARA EL DESARROLLO HUMANO" (8): 

Estírate, estírate, estírate


Para iniciar el día más libre de tensiones, te recomendamos estirar tu cuerpo al menos cada hora de trabajo ya sea en el empleo o la escuela. 

1. Lleva los brazos hacia el techo, tratando de alcanzarlo. 
2. Apoyado(a) en una pierna estira la otra ya sea a un lado o al frente, compensa inclinando el cuerpo al lado contrario o atrás, según corresponda. 
3. Haz movimientos de llevar alternadamente un brazo y el otro hacia el techo y luego hacia los lados. 
4. Tuerce tu cuerpo hacia un lado y sostén allí un momento, saca el aire, luego hacia el otro lado. 
5. Estira los pies alternadamente. 

Todo esto es Movimiento para el Cambio.


D. R. 2013-2020 Darío Aguirre



Recomendación para el Desarrollo Humano 007

Desarrollo humano 007 


Dr. Héctor Darío Aguirre Arvizu
20-03-29
Originalmente publicada el 13-02-27


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"RECOMENDACIÓN DEL DÍA PARA EL DESARROLLO HUMANO" (7): 

¡Sonríe todo el día! 


La sonrisa comunica el estado de nuestro interior cuando somos felices. Pero también podemos sonreír cuando no somos felices y adquirir el estado de felicidad.
La sonrisa es la expresión que utiliza menos músculos para ser realizada, lo cual implica un gasto energético menor que si te enojas, entristeces, estresas, preocupas o angustias. Además activa, si no inmediatamente por lo menos a mediano plazo (a lo largo del día), mecanismos que nos ayudan a sentir mejor, independientemente de lo que ocurra en el exterior. 
La sonrisa es agradable a los otros. Siempre que dirijas la mirada a alguien sonríe, hará las relaciones humanas mejor que de otra forma. La sonrisa es un mecanismo universal de conciliación.

D. R. 2013-2020 Darío Aguirre