Conceptos de Feldenkrais en las artes marciales
Dr. Héctor Darío Aguirre Arvizu
16-10-17
D. R. Octubre 2003,
Revisado 2006, 2016, 2017
D. R. 2022
Esta entrada descontinuación de:
Conceptos de Feldenkrais en la Artes Marciales
Para
Feldenkrais, los grados superiores de las artes marciales, los Dan,
especialmente en el Judo, son (o deberían ser) verdaderos niveles de
organización neuromuscular, de modo que un artemarcialista de 3er
Dan siempre le va a ganar a uno de 1º o segundo Dan y siempre será vencido por
uno de 4º o superior, debido a su capacidad de organizar su cerebro, que
controla cuerpo y mente, es mejor que los primeros y no estar tan organizado como
los segundos. Consideraba Feldenkrais que este concepto se había perdido con la
práctica del Judo en las olimpíadas, ya que no se aprecian los cambios de grado
como diferentes niveles cualitativos de movimiento, sino que se compite por
ganar a como de lugar.
Es frecuente considerar en las artes marciales japonesas la existencia del Ki.
El
Ki, considerado como energía intrínseca en el cuerpo humano, pero no
registrable por medios objetivos, un concepto que no era manejado por Feldenkrais, vendría a ser,
proponemos, la expresión de un nivel de organización psicomotriz en el que se
aprecian las características del estado potente marcado por FK y denotado en
las Artes Marciales, por ello no constituiría una energía intrínseca sino, al
menos en cuestión de movimiento, como un resultado, un producto de haber organizado
armónicamente diferentes de los sistemas nervioso (central y vegetativo) y
muscular. Sería entonces, una propiedad emergente de la buena organización.
La
fluidez del Ki vendría a darse porque neuromuscularmente no se impide el
movimiento.
Además, Feldenkrais desarrolló, a lo largo de años, un concepto muy importante, el de estado potente, que cuenta con diversas características, algunas de ellas evidentemente biomecánicas, otras conductuales y otras psicológicas:
1) Continuidad en los movimientos. Éstos no tienen discontinuidades mecánicas, con un mínimo de roce en las articulaciones, siendo lo que se conoce como fluidez.
2) Capacidad de movimientos reversibles, esto es, que pueden ir en una dirección y la contraria, de modo que se activan zonas corticales y musculares en un sentido y en otro.
3) Mínimo esfuerzo en todo movimiento. Que responde al concepto de parsimonia: máxima eficiencia en la acción con mínimo gasto energético.
4) Enfoque a la acción sin interferencia de la emoción. La persona busca actuar de la manera más eficiente, generando opciones cuando se necesita y sabiendo elegir.
5) Dominio del equilibrio, incluida la posibilidad de caer y recuperar la vertical fácilmente.
6) Capacidad de movimiento en un pie, incluido girar en la punta del mismo. Es una expresión máxima del punto anterior.
7) Espontaneidad. Afirmando yo que se logra al tener diversas alternativas de acción y liberación de zonas corticales que se pueden organizar solas o en conjunto de modo armonioso. Es una propiedad emergente, considero.
8) Gracia en el movimiento. Como consecuencia de lo anterior y la gran versatilidad lograda al hacer acciones diferentes.
9) Desempeño sexual pleno. Aspecto del cuál no se hablará en este momento.
Al menos las primeras 8 son características del movimiento altamente eficiente pero también de la madurez, que se busca explícitamente en las artes marciales.
En el relación apuntó 6, FK consideraba, que una de las cualidades de movimiento de las personas maduras era su
capacidad de moverse en un único pie con el fin de realizar giros, es decir,
apoyándose en un pie como pivote y desplazando el otro pie. Obviamente este
aspecto lo toma al practicar el Judo.
También,
como parte de las cualidades de una persona bien desarrollada, observado en el punto 5, menciona la
posibilidad de caer y recuperar la vertical de la manera más eficiente posible,
dadas las condiciones de movimiento indicadas previamente. Para él, bajar el
centro de gravedad para evitar ser tirado, era una conducta poco madura, y que
era más eficiente saber caer. Este aspecto está fundamentado en un alto
desarrollo del sistema kinestésico, que incluye una mayor capacidad de
percepción propioceptiva y un alto desempeño del sistema del equilibrio.
FK menciona claramente en su texto El poder del yo, que todo movimiento eficiente se realiza desde la cadera y a partir de ella se involucra todo el cuerpo. Esta idea es muy conocida por muchos practicantes de Judo y otras artes marciales, pero no por todos, lo que les resta eficiencia.
También desarrolló su entendimiento del Judo en dos obras: Judo y Higher Judo, en las que enseña Judo básico incluyendo análisis biomecánicos de cómo lograrla eficiencia de modo más rápido y fácil.
Por cierto, Feldenkrais es el creador de una técnica de derribo diseñada por un occidental, todas las demás son de japoneses.
Conceptos del Judo
Curiosamente
los textos de Judo modernos no hablan de los principios del mismo, si no que se
van directamente a enseñar diversas técnicas, a exaltar los juegos olímpicos o
a contar la “historia” del judo. Posiblemente ello sea debido a que se ha
perdido la esencia del movimiento. Se enseña la técnica, pero no se detalla
porqué fue creada así y no de otra forma y tampoco se indica cómo lograr una
alta eficiencia, excepto por una práctica repetitiva inconsciente. Al parecer,
se concentran en la fuerza y no en la suavidad.
Aún
así localizamos algunos detalles con Reay y Hobbs (1989).
Gigoro
Kano, creador del Judo llamaba sei ryoku
senyo a la habilidad principal de su trabajo: “la efectividad máxima en el
empleo de la mente y el cuerpo. La efectividad máxima es el sello distintivo de
un lanzamiento habilidoso. Aunque fuera necesaria la fuerza bruta para producir
el mismo resultado de una manera ineficaz, la eficiencia máxima no significa
que en el judo no se emplee la fuerza. “Eficiencia” quiere decir simplemente,
de acuerdo con las circunstancias, la fuerza se emplea de la manera más útil:
se trata de una evaluación del propósito, no de la potencia.” (p.23).
“En el judo, el problema es el de hacer que el
oponente separe los pies del piso contra su voluntad. En la naturaleza de las
cosas, el cuerpo humano debe ser llevado erecto con el fin de que mantenga el
equilibrio mientras se mueve. Un hombre que ha perdido el equilibrio está
propenso a caer, y siempre existe un momento en el que se vuelve imposible la
recuperación del equilibrio. Claramente, la creación de la pérdida del
equilibrio en el oponente es la aplicación más útil de la fuerza de que dispone
un practicante de judo.” (p. 23).
Kano, creador del Judo, tenía otra máxima: jita kyoyei que no tiene una traducción directa y a veces se toma
como “beneficio mutuo”, y Greoffrey Gleeson lo anota como: “utilidad propia,
beneficio mutuo”, queriendo expresar con ello que la sociedad se beneficiaba
con el desarrollo individual. (p. 23).
Además, “El
randori (la práctica libre) no es
una mera repetición. Los movimientos de judo pueden combinarse en una ilimitada
variedad de formas y cada pareja de contendientes esculpe una secuencia
original entre ellos siempre que se encuentran.” (p. 24).
Otra clave sería que: “El
principio clave del Ju, el de vencer
por la maña del cuerpo, fue adoptado por Kano, pero no lo originó él.
Históricamente, su reconocimiento se le atribuye al fundador del ryu Yoshin, un
médico de Nagasaki de nombre Akiyama. Según la leyenda, fue él quien comprendió
el valor de ceder en respuesta a un ataque al estar observando los árboles
durante una tormenta de nieve. Los pinos se mantenían erectos y se quebraban
ante la tormenta, pero los sauces dejaban caer la nieve de sus ramas doblándose
y volvían a enderezarse sin haber sufrido daño alguno.” (p. 15).
Regresando al randori o práctica en pareja: “Para
practicar el judo en randori o competencia, un principiante necesita poder
apreciar que son los movimientos de su oponente los que dictan el curso de los
acontecimientos tanto como los suyos propios. El status quo es el equilibrio
mutuo. Antes de realizar ninguna toma cada uno de ellos está de pie en una
postura perfectamente equilibrada. Esta postura es shizenhontai (postura
natural), en la que los brazos penden con naturalidad a los lados del cuerpo y
los pies están abiertos a la anchura de los hombros, o migishizentai (postura
derecha natural) en la que el pie derecho está ligeramente adelantado, o
hidarishinzantai (postura izquierda natural) en la que el pie izquierdo está
ligeramente adelantado. Al sujetar al oponente, el equilibrio individual
depende en grados diferentes de las acciones de éste en tanto que la sujeción
se mantenga.” (p. 36).
Y
con relación al manejo de armas: “Cuando, con la espada, te enfrentes al
enemigo, si la distancia es muy grande, avanza hacia él y golpea. Cuando, desde
el principio, la distancia es adecuada, golpéalo desde donde estés. No es
necesario pensar.” (p. 24).
“La
gran equivocación en el manejo de la espada es la de anticipar el resultado del
encuentro; no debes estar pensando en si éste termina en victoria o en derrota.
Simplemente deja que la naturaleza siga su curso y tu espada golpeará en el
momento preciso” (p. 24). Y esa equivocación no sería solo para la espada sino para cualquier enfrentamiento.
Es
Feldenkrais quien hace un estudio científico del judo y postula muchos aspectos
por los cuales es necesario hacer los movimientos de determinada manera y no de
otra para lograr la alta eficiencia, pero también nos habla de las altas
cualidades de los maestros de su tiempo y que toma como referencia para indicar
lo que es un adulto maduro.
Posiblemente otros autores de judo tengan otras ideas, aunque de momento no las he explorado. Me limito de momento a lo que en su momento he podido leer.
En una siguiente entrega hablaremos del Aikido y, después, del Jeet Kune Do.
Referencias
Feldenkrais, M.
1962. Higher judo. Ground work. Frederick Warne & Co., Ltd. Londres.
Reay, T y Georffrey, H.
1989. Manual de Judo. Editorial Diana, S. A. de C. V. 1ª ed. México.
1995. El poder del yo. La autotransformación a través de la espontaneidad. Ediciones Paidós Ibérica, S. A. 1ª ed. Barcelona.
D. R. Darío Aguirre 2022