viernes, 23 de diciembre de 2016

Una lección del Método Feldenkrais 12: Rodando para sentarte

Una lección del Método Feldenkrais 12: Rodando para sentarte

Elaboró: Dr. Héctor Darío Aguirre Arvizu
Maestro Certificado en el Método Feldenkrais©

Centro Feldenkrais del Sur
centrofeldenrkaisdelsur@gmail.com

16-12-23

Rodando para sentarte


1. Iniciemos con un escaneo. Acuéstate en el piso y observa cómo son tus contactos el día de hoy… ¿qué es común en estar allí?, ¿qué es notoriamente diferente?, ¿qué lado cae más?

2. Dobla tus rodillas y apoya tus pies. Levanta tu pie derecho y sostenlo en el aire con la mano izquierda rodeando el arco. Asegúrate de que el pulgar está junto a los demás dedos en un acomodo simiesco, y no prensas con la mano en oposición. Coloca tu mano derecha atrás de la cabeza. Ahora levanta tu pie derecho hacia el techo muchas veces, de la manera más suave y cómoda que puedas. No es un movimiento fácil para la mayoría. Hay que evitar esfuerzos. Evita tensiones innecesarias, hazlo fácil, sólo explorando el movimiento. Ahora levanta la cabeza al mismo tiempo que el pie y dirige tu codo derecho al espacio que se forma entre tu  brazo y tu pierna. Nota qué es lo que ocurre en tu cintura, cómo es el apoyo en el piso, cómo cambia para levantar el pie. Hazlo varias veces… y déjalo y descansa.

3. De la misma forma cómoda, sin esfuerzo, toma tu pie izquierdo con la mano derecha, en modo espejo respecto al anterior movimiento, lleva tu mano izquierda atrás de tu cabeza, y levanta el pie hacia el techo varias veces y luego involucra el levantar de la cabeza al mismo tiempo. Apoya la cintura en el piso y nota cómo lo haces de este lado… muchas veces… y descansa.

4. Siéntate, apóyate en tu mano derecha y toma tu pie derecho con tu mano izquierda. Levanta el pie derecho hacia el techo y alarga la pierna lo más cómodo posible muchas veces. Nota cómo te apoyas en tu cadera para hacer el movimiento, y cómo está la espalda baja… luego baja el pie y deslízalo por el piso, manteniéndolo con la mano en forma simiesca y deja que tu cabeza vaya hacia delante conforme tu pierna se alarga y el pie se aleja de tu cadera. Hazlo muchas veces… para, recuéstate y descansa.

5. Cambia la organización a espejo. Siéntate apoyándote con tu mano derecha y toma tu pie izquierdo con la mano derecha con todos los dedos juntos. Levanta el pie izquierdo hacia el techo varias veces, notando cómo tiende a rodar la cadera… no te dejes caer, apóyate en la mano… haz el movimiento lo más cómodo posible.

6. Recuéstate en tu espalda, coloca el pie derecho en la mano izquierda, con el brazo derecho extendido a la derecha a la altura de la cabeza en el piso… levanta el pie derecho con suavidad en dirección del techo varias veces… nota qué ocurre en la espalda… entonces, manteniendo el pie en la mano, rueda a la derecha para alcanzar el piso con la rodilla derecha… en varios intentos, no a la primera… tu hombro izquierdo se levanta del piso, rodando la parte superior de tu cuerpo y la cabeza hacia la derecha… luego de realizar varias veces el movimiento para y descansa en tu espalda.

7. Regresa al movimiento anterior, en varios intentos… y cuando puedas estar acostado hacia la derecha… considera la posibilidad de sentarte de la manera más cómoda posible.. piensa en mantener la cara viendo al piso y que el levantarte se haga con la espalda y no hagas fuerza con el cuello. También el levantarte se hace en varios intentos, no a la primera. Prueba diferentes posiciones de tu brazo derecho y de la pierna izquierda para balancear y soportar la acción… cuando logres el apoyo y contrabalance adecuado no necesitarás de fuerza o tensión para sentarte… es cuestión de apoyo y tener la espalda suave… descansa después de hacerlo varias veces…

8. Prueba ahora tomar tu pie izquierdo con tu mano derecha y rueda a la izquierda, con el brazo izquierdo extendido a un costado de tu cabeza… realiza muchos ensayos para ir al piso, no vayas a la primera. Procura que la velocidad y calidad a la ida sea la misma que al regreso… en varios ensayos llegarás al piso…levanta el hombro derecho para rodar a la izquierda con el cuerpo. Haz que todo sea como si nada… luego descansa.

9. Ahora lleva el movimiento hasta recostarte, en varios ensayos, a la izquierda y de allí prueba cómo te vas a organizar, acomodando pierna derecha y brazo izquierdo para contrabalancear y que tengas buen apoyo en la cadera y la pierna izquierda… y ven a sentarte cuando sea posible hacerlo de manera fácil… repite muchas veces con suavidad… no es importante levantarte… sino hacerlo con facilidad… luego descansa…

10. Siéntate, coloca tu pie derecho en tu mano izquierda con la pierna izquierda doblada. Apóyate con al mano derecha… y levanta el pie hacia el techo varias veces… luego alarga la pierna izquierda hacia el frente en el piso y explora llevar tu pie derecho en el piso fuera de la rodilla izquierda… a la izquierda de la rodilla izquierda… y luego, con el pie en el piso, baja tu cabeza hacia el piso varias veces… tal vez tu codo izquierdo llegue al piso y puedas apoyarte con él de alguna forma sencilla… varias veces… deja todo y descansa en tu espalda.

11. Recostado en tu espalda, dobla rodillas y apoya los pies… luego coloca el pie derecho en la mano izquierda… Rueda a la derecha varias veces, en varios intentos para, en algún momento poder sentarte. Siéntate unas cuantas veces y regresa a acostado… y la próxima vez rueda para llevar el pie derecho al piso a la izquierda… este movimiento es un poco diferente así que toma el tiempo necesario… en algún momento podrás llevar el brazo derecho a la izquierda y ayudarte con él para sentarte pero no lo hagas a la primera, evita esforzarte… por el contrario, explora cómo usar tu brazo derecho y tu pierna izquierda en diferentes formas para hacerlo más fácil… si te fuerzas todo tu ser aprenderá cómo forzarte y no cómo aprender a hacerlo fácil. Haz los movimientos como si nada, como si no tuvieras que alcanzar inmediatamente nada, como si quisieras llegar a sentarte el próximo año… cuando lo tengas necesita ser fácil… luego déjalo y descansa alargando tu cuerpo.

12. Ahora siéntete con tu pie izquierdo en tu mano derecha y la pierna derecha doblada… y, apoyándote con la mano izquierda, levanta el pie hacia el techo muchas veces… luego prueba con la pierna derecha alargada en el piso y ensaya llevar tu pie izquierdo al el piso fuera de la rodilla derecha y baja la cabeza al piso.. en algún momento tu codo derecho podrá apoyarse… de la forma sencilla… varias veces… deja todo y descansa…

13. Recuéstate en tu espalda, coloca los pies apoyados un momento… y con el pie izquierdo en la mano derecha rueda a la izquierda varias veces con la intención de sentarte en algún momento. Luego... lleva el pie izquierdo al lado derecho de la pierna derecha… ensaya varias veces y no te esfuerces… organiza el brazo izquierdo y la pierna derecha para ayudarte a sentar de la forma más fácil y cómoda… ensaya muchas veces… luego deja todo y descansa…

14. Recostado en tu espada, toma tu pie derecho con la mano derecha… y lleva tu mano izquierda en la cabeza… entonces rueda a la derecha para sentarte.. en algún momento… ¿qué tal fácil es?. Prueba muchas veces hasta lograr hacerlo fácil… luego cambia de mano y pie y rueda hacia el otro lado varias veces… luego descansa en tu espalda.

15. Recostado en al espalda… coloca tu mano izquierda en tu pie derecho… rueda a la derecha y alarga la pierna derecha un poco… regresa a la mitad y luego rueda a la izquierda y alarga la pierna… y regresa al medio y así hazlo varias veces… a un lado y a otro alargando la pierna y regresando a la mitad doblando la rodilla… luego descansa.

16. Recuéstate en tu espalda y allí toma tu pie derecho con tu mano derecha y tu pie izquierdo con la izquierda… las manos pasan con los dedos juntos por el empeine… y lleva tus brazos entre las piernas y las rodillas dobladas hacia los costados… y apoya tu cabeza en cojines o lo que necesites para no forzar el cuello… y levanta la cabeza un poco y empieza a rodar a la derecha… poco a poco… de modo que tu todilla derecha va hacia el piso a la derecha… tu cuerpo y cabeza ruedan a la derecha… y tu pierna izquierda se extiende hacia el techo mientras tu lado derecho y tu pierna derecha van al piso a la derecha.. y rueda en tu espalda de regreso a la mitad y repite varias veces… rueda fácilmente aprovechando que gran parte de tu cuerpo se apoya en el piso… luego de varias veces deja todo y descansa.

17. Ahora prueba como el punto anterior, cada mano a al pie de su mismo lado… y empieza a rodar a la izquierda llevando el cuerpo y la pierna izquierda al piso y la pierna derecha extendida hacia el techo y regresa… varias veces hasta que puedas hacerlo de modo fácil… luego descansa.

18. Prueba el mismo movimiento anterior a la derecha pero esta vez, en lugar de llevar la pierna izquierda hacia el techo llévala hacia la derecha y extiéndela y ensaya varias veces este movimiento hasta que puedas rodar a la derecha y sentarte de modo fácil manteniendo cada mano en su pie y regresa a acostarte en un movimiento inverso y vuelve a rodar a la derecha para sentarte y regresa… varias veces… y explora el movimiento sin tensarte, sin esforzarte… sólo llevando una buena coordinación que te balancea de modo adecuado para llegar a sentarte fácilmente… varias veces y descansa.

19. Prueba el punto anterior hacia la izquierda, cada mano en su propio pie… ruedas a la izquierda y la pierna derecha viaja a la izquierda y allí se extiende… en varios intentos… y luego ve a sentarte con el balaceo de la pierna derecha sin esfuerzo… prueba varias veces y descansa.

20. Toma cada pie con la mano de su lado, levanta la cabeza un poco y empieza a rodar a la derecha hasta que te sientes… y luego sigue el rodar en la misma dirección, bajando la cabeza al piso si es necesario y rueda para recostarte sobre tu lado izquierdo y luego en tu espalda… ruedas hacia la derecha hasta sentarte  luego sigues varias veces en la misma dirección… cuando sientas necesario para y descansa alargando el cuerpo… ¿dónde quedas después de varios ensayos?

Rodando como bebé
21. Prueba ahora rodar a la izquierda con la misma idea de seguir el movimiento en la misma dirección sin regresar… ensaya varias veces… ¿hacia qué lado es más fácil?... prueba y luego descansa.

22. Dobla rodillas y rueda la cadera a un lado y a otro y en la dirección de las 12 y las 6 el reloj… luego alarga las piernas y siente el cambio en los contactos de tu cuerpo… ¿qué es diferente?

23. Integra lo aprendido en esta lección para sentarte y luego deja tus pies y ven a pararte para que notes los cambios que ha habido en ti en la vertical.



miércoles, 21 de diciembre de 2016

Una lección del Método Feldenkrais 11: Cómo energizar mi centro


Una lección del Método Feldenkrais 11: 

Cómo energizar mi centro

Elaboró: Dr. Héctor Darío Aguirre Arvizu
Maestro Certificado en el Método Feldenkrais©

Centro Feldenkrais del Sur
centrofeldenrkaisdelsur@gmail.com

16-12-21

Cómo energizar mi centro

Aclaración:
Esta es una lección muy larga... procura hacerla hasta donde puedas y luego retoma cuando gustes, tratando de recordar los pasos anteriores.
Activando los músculos centrales de la espalda, para que hagan su trabajo tónico, y dejando libres brazos y piernas para la orientación y el soporte, respectivamente, es posible cargarse de energía.

1. Recuéstate en tu espalda con los brazos a los lados y las piernas extendidas… siente cómo se encuentran tus contactos el día de hoy. Nota cómo está la cabeza, cómo están los hombros, los brazos, la espalda alta, la espalda media, la cintura, los glúteos, los muslos, las pantorrillas, los talones.

2. Ahora, en posición recostada con los brazos a los lados, junta las piernas de modo que las rodillas y los talones se toquen… y comienza  a deslizar en el piso ambas piernas a la derecha y a la izquierda, usando tu pelvis, toda tu cadera… Ahora por tus manos en tu abdomen bajo de modo que los codos estén sin tocar el piso y continúa el deslizar de las piernas… ¿en qué se siente diferente?... esta vez cambia y levanta la cabeza del piso y, desde esta posición, continúa el movimiento a un lado y otro de las piernas y nota cómo cambia… por último regresa unas cuantas veces al movimiento inicial con los brazos a los costados del cuerpo… ¿en qué ha cambiado?... deja todo y descansa un momento.

3. En la misma posición, ahora desliza tu cabeza a un lado y otro en el piso de modo que tu cara está orientada al techo. La nariz apunta al techo siempre. No estás rodando la cabeza, solamente estás deslizándola a un lado y otro un poco, sólo lo que sea fácil. La oreja se acerca al hombro de cada lado, a la izquierda y a la derecha… con el más pequeño de los movimientos posibles, nada amplio... deja el movimiento y repite el movimiento inicial de deslizar las piernas a un lado y otro desde la cadera… nota los cambios obtenidos y descansa un momento.

4. Ahora dobla tus rodillas y apoya los pies… y explora un pequeño balanceo de ambas rodillas hacia la izquierda y regresa… hazlo muchas veces… de la manera más lenta van y vienen tus rodillas… ahora cambia para que las rodillas vayan lento hacia la izquierda y regresen rápido pero suave al centro… bajan lento y regresan rápido… al regresar rápido algo se aclara sobre el movimiento en sí, a cerca de cómo te usas a ti mismo… y ahora prueba de nuevo pero con las rodillas y pies juntos… bajas lento y regresas rápido… y otras veces vuelve a separarlas… ¿en qué es diferente en uno y otro caso?… deja todo, alarga las piernas y descansa.

5. Vuelve a hacer el movimiento anterior hacia la derecha con ambas rodillas separadas, varias veces… luego cambia a bajarlas lento y regresarlas rápido… ahora las rodillas juntas… y luego separadas de nuevo… muchas veces… deja todo el movimiento y descansa.

6. Coloca de nuevo los pies apoyados. Y ahora lleva ambas rodillas a la izquierda y a la derecha pero sin dejar que se mueva la cadera… coloca tus manos en el piso cerca de tu cadera para que los pulgares sientan si la pelvis rueda y no la dejes rodar. Nota cómo sientes ese movimiento y cómo en sí demanda de modo diferente acción en las rodillas… de modo que las rodillas se mueven de lado a lado pero la pelvis está quieta… ahora cambia a lo opuesto de modo que tus rodillas permanecen más bien quietas y  rueda la pelvis de lado a lado, como en el reloj pélvico, de las 3 a las 9… hazlo muchas veces… y ahora haz el movimiento de llevar las piernas a un lado y otro dejando que la cadera ruede y nota cómo se siente… nota que las rodillas forman un arco amplio pero sin esfuerzo alguno… y deja todo y descansa.

7. En la misma posición, con los pies apoyados… imagina que las rodillas están unidas, juntas… y lleva ambas rodillas a un lado y otro, dejando que caigan a cada lado de modo fácil, y regresándolas pasando por el centro rápido… repítelo varias veces… y nota las diferencias de hacerlo hacia un lado y al otro… ¿cuál es más fácil?... y cambia colocando las manos en el vientre con los codos al aire y continúa el movimiento de lado a lado lento y de regreso pasando por el centro rápido… varias veces… cambia de nuevo a tener las manos en el piso atrás de la cintura… con la cintura descansando en las manos… y continúa con el movimiento de las rodillas lado a lado… con las rodillas juntas… varias veces… y luego deja todo el movimiento y descansa.

8. Dobla las rodillas, apoya los pies, colócalos separados… desde esta posición lleva las rodillas lentamente a la derecha… y regresa rápido a la mitad parando un momento… lentamente a la izquierda… y regresa rápido al medio, parando un momento… y continúa haciéndolo muchas veces y nota cómo el movimiento afecta a los brazos… los hombros… las costillas… y luego descansa.

9. De nuevo, pies apoyados… rueda un poco la cadera para que la cintura se apoye en el piso… como yendo a las 12 del reloj pélvico, de modo que el hueso púbico se levanta suavemente… ahora regresa rápidamente a la posición neutral y de nuevo levanta el coxis apoyando cintura de modo lento y regresa rápido a neutra… y hazlo varias veces… ¿cómo resuena el movimiento en ti en diferentes partes?... nota cual es tu expresión de la cara… ¿puedes dejar de hacer fuerza en ella?... y ahora cambia… levanta lentamente la cintura, apoyando el coxis, como yendo a las 6 del reloj pélvico, y regresa a neutral de modo rápido, muchas veces… luego deja todo y descansa…

10. Con los pies apoyados levanta sólo el lado derecho de la cadera en un pequeño y lento movimiento (apoyando a las 3 del reloj) y regresa rápido a la posición neutral… varias veces… y luego levanta el lado izquierdo de la cadera, apoyando el derecho… yendo a las 9 del reloj… y regresa rápido… muchas veces… luego deja todo y descansa.

11. Ahora realiza los movimientos del punto 9 con las rodillas juntas varias veces y luego de nuevo con las rodillas separadas… ¿qué es diferente?

12. Repite los movimientos del punto 10 también con rodillas juntas... muchas veces… y luego regresa a separadas… luego descansa.

13. Ahora realiza el movimiento del punto 9 de modo continuo, pasando por el centro, nada más que regresas rápido al centro y de allí te vas lento… vas de las doce a las seis y al pasar por el centro vas lento… regresas rápido y en el centro vas lento a las 6 y a las 12… deja y descansa.

14. Esta vez combina los movimientos del paso 10 de la forma anterior, vas lento a las 3 y regresas rápido, en el medio empiezas a ir lento hacia las 9 y regresas rápido… muchas veces… ¿cómo se siente?... para y descansa.

15. Acostado con las piernas extendidas… los talones apoyados… repite el movimiento de levantar el coxis y apoyar la cintura… vas a las doce… de modo lento… y regresa rápido a la posición media. Tal vez sientas que los talones apoyan un poco más en el piso, pero procura que sea lo menos posible, de modo que no se tensen las rodillas en lo más mínimo. Los pies funcionan como un ancla conforme levantas la pelvis lentamente… y regresa rápido… nota qué va cambiando en tu pecho… y deja el movimiento y descansa.

16. en la misma posición pero ahora con las piernas separadas. Usando los tobillos de modo suave para ayudar, levanta la pelvis suavemente del piso y llévala suavemente a la izquierda y regresa a la mitad rápido… hazlo varias veces… y ahora haz el movimiento a la derecha… muchas veces… y luego, lentamente de lado a lado, pero regresando rápido a la mitad… y nota la diferencia de hacerlo en cada lado… varias veces… y deja todo y descansa.

17. Dobla las rodillas para apoyar los pies y desde esta posición levanta la pelvis un poco lejos del piso y llévala de lado a lado… lento cada vez y rápido al regresar al pasar por el medio… y cambia de modo que el movimiento sea ligero y rápido… la cadera no rueda de lado a lado en el aire, se desliza de lado a lado paralela al piso.. nota cómo es que el movimiento pide actuar a las rodillas… y déjalo y descansa.

18. Alarga las piernas, acostado… presiona las corvas, atrás de las rodillas, hacia el piso y desde esta posición levanta lentamente el coxis y regrésalo rápido, muchas veces, fácil y lento, notando cómo responde la pelvis… luego… presiona solamente la rodilla derecha…y regresa rápido la pelvis… un cierto número de veces… y ahora sólo presiona la rodilla izquierda y regresa la cadera rápido… y compara qué pasa en las costillas y los omóplatos en cada lado… y descansa.

19. Coloca tus manos en tu estómago y los codos en el piso de modo que los puedas presionar hacia él… y de nuevo presiona las corvas levantando el coxis y regresándolo rápido… si ayuda, presiona un poco la cabeza hacia el piso… o levanta la cintura escapular primero si es necesario… quieres involucrar la cintura escapular en el movimiento… hazlo fácil, sin esfuerzo… y entonces presiona la rodilla derecha y regresa rápido la cadera… y nota el efecto en los omóplatos… y ahora presiona la rodilla derecha y nota el cambio… y deja todo y descansa.

20. En la misma posición.. lleva los codos cerca del cuerpo en el piso, sin doblarlos… las manos están en el aire arriba de los codos, las palmas están giradas hacia el techo, permitiendo una mayor presión de los codos hacia el piso… y levanta los hombros y muévelos a la derecha y a la izquierda varias veces… y hazlo lento hacia los lados, fuera del centro y regresa rápido al centro… entonces baja tu cuerpo al piso y levanta el hombro derecho lento y déjalo caer rápido, muchas veces… y luego hazlo con el hombro izquierdo, se levanta lento y lo dejas caer rápido… después de un rato los codos dejan de presionar… y levanta ambos hombros del piso hacia el techo y luego acércalos uno a otro varias veces, levantando lentamente y regresando rápido… esto mueve la columna vertebral superior y el cuello, y la cabeza se moverá levantándose de modo que la barbilla se levanta con los hombros y viene hacia el pecho conforme los hombros van al piso y presionan en él… y deja todo y descansa…

21. Acostado separa mucho las piernas… y coloca el brazo izquierdo al lado del cuerpo con la palma hacia el techo… y lleva la palma hacia abajo a la izquierda doblando el lado izquierdo del torso… y los hombros se deslizan a la izquierda y regresan… se deslizan no ruedan… y procura la movilidad del torso… y cambia el tiempo, de modo que vas hacia abajo lento y regresas rápido… y repite varias veces… el cuerpo está suelto… y la espalda se arquea y dobla cada vez que te doblas a la izquierda… descansa y compara ambos lados de la espalda y el pecho…

22. Ahora realiza el punto anterior en el lado derecho, paso a paso.

23. Desde la misma posición.. ahora sólo levanta el hombro derecho hacia el techo y déjalo caer muchas veces… y luego el hombro izquierdo… ¿algo ha cambiado?.. ¿ahora es más fácil?... y ahora mueve ambos hombros juntos, levantándolos y dejándolos caer y observa cómo es eso… nota cómo es enganchado el movimiento de la cabeza… y descansa.

24. Desde la misma posición haz el mismo movimiento levantando ambos hombros, pero presiona la parte trasera de la cabeza en el piso conforme los hombros se levantan… no con esfuerzo, sino por alargar y balancear… sólo pequeños movimientos… y cambia presionando ahora las corvas, la parte trasera de las rodillas, en el piso y dejándolo algunas veces… y entonces presiona con los talones varias vejes y déjalo… y entonces repite unas cuantas veces el movimiento original de inclinar los codos en el piso y levantar los hombros y nota cómo al cabeza y la espina alta se enganchan al movimiento y responden ahora… y deja todo y descansa…

25. Desde la misma posición, ahora levanta la cabeza lejos del piso y mantenla allí… y desde esta posición presiona las rodillas para levantar la pelvis lo más fácil posible… levanta lento y regresa rápido a la posición neutral… y floja y casualmente, como si nada… y entonces vuelve a presionar la corva derecha, levantando la pelvis asimétricamente y de nuevo juntas varias veces y deja todo y descansa.

26. Acostado con los pies apoyados… desliza la pelvis a la derecha y la izquierda.. lento hacia un lado y rápido al regreso.. de lado a lado de la misma forma… ¿de qué lado es más fácil?... luego extiende las piernas ampliamente y repite el movimiento de llevar la palma hacia abajo doblando el torso a la derecha hacia la rodilla… de modo que la cabeza y los hombros se deslizan hacia la derecha… con la cara orientada al techo… y luego dobla rodillas, apoya pies y lleva las rodillas a un lado y a otro, bajando lento y regresando rápido como ya se había hecho… y descansa.

27. Con las piernas extendidas, presiona los tobillos en el piso… y de allí encuentra la forma de levantar la cadera un poco y deslizarla de lado a lado en el aire.. ve rápido y fácilmente… como una cuerda haciendo una onda, adelante y atrás… como un arco… y ya deja todo movimiento y descansa…

28. Nota los cambios que se han dado en el apoyo de las diferentes partes de tu cuerpo… cómo te sientes ahora… la cabeza… los hombros… los brazos… la espalda… la cintura… la cadera… los muslos… las pantorrillas… los talones… y rueda a un lado para pararte, de la forma más sencilla y nota tus cambios en la vertical… camina un poco antes de incorporarte a otra actividad…


Dr. Darío Aguirre

domingo, 10 de enero de 2016

Feldenkrais y las artes marciales 01

Feldenkrais y las artes marciales 01


Dr. Héctor Darío Aguirre Arvizu
10/01/16


D. R. Octubre 2003, 
Revisado 2006, 2016

 Esta será una primera entrega sobre algunas reflexiones que hice hace algunos años sobre el Método Feldenkrais y que, por diversas circunstancias, no he podido asentar en un libro, uno de los ideales. El tema de esta y las siguientes entradas en el blog será lo que tienen de relaciones el Método Feldenkrais y algunas artes marciales de las que tengo conocimiento.
Inicio con una primera parte en donde establezco algunos conceptos desarrollados por Moshe Feldenkrais.
El texto está escrito más bien en tono de reflexión, un recurso que me encanta, así que tal vez ese sea uno de sus defectos, ya que no aclaro muchos puntos sino poco a poco y no voy formando, de momento, expectativas de aplicación del Método Feldenkrais a las artes marciales, sino más bien hago un recorrido por los conceptos. Recuerda que este texto fue escrito en 2003, por la época en que estaba escribiendo mi tesis de Licenciatura (Aplicaciones en psicología del Método Feldenkrais, 2004) y no he querido cambiar su esencia debido a capricho personal.
Muchos textos se han escrito antes y después de la fecha anterior sobre el tema sin embargo he procurado no hacer referencia a ellos sino solamente a los que aparecen al final del texto.


Feldenkrais y el movimiento eficiente
Al afirmar Moshe Feldenkrais que el estado potente o poderoso es el propio de las personas maduras, nos está dando, por un lado, una psicología de estado o condición, caracterizado por ciertas cualidades muy específicas, y por el otro, una psicología de objetivo, siendo éste un lugar al que se puede estar seguro de que se llega con una técnica o camino específico. Es un puerto de arribo para quien practica adecuadamente.
Feldenkrais fue un ingeniero y doctor en ciencias, el primer cinturón negro segundo Dan en Judo en Europa, alumno casi directo de Gigoro Kano.
Muchos de los elementos del concepto de “estado potente” de Feldenkrais (FK) fueron tomados por él de las Artes Marciales, en especial del Judo. De hecho, muchos movimientos de sus lecciones están originados en caídas estratégicas provenientes de este Arte Marcial.
Feldenkrais aprendió el más puro Judo, ese que no se había desvirtuado como ocurrió cuando fue llevado a las olimpiadas (en opinión del mismo Feldenkrais).
Feldenkrais había hecho una revisión de cómo reaccionamos de manera espontánea ante un ataque con cuchillo y qué hacer para evitarlo, por lo que escribió una obra al respecto. Algunos años después de publicarla pudo mostrársela a Gigoro Kano, creador del Judo, y considerando que dicha técnica tenía deficiencias aunque mucho ingenio, le puso dos maestros para que aprendiera su propia arte marcial. 
Además de lo anterior, impulsado también por su lesión, Feldenkrais se puso a investigar la fisiología y organización del sistema nervioso, así como el aprendizaje por condicionamiento clásico, el desarrollo de las funciones y su evolución filo y ontogenética, hasta llegar al desarrollo de la función superior, y el desempeño humano maduro en el plano sexual.

Feldenkrais, al desarrollar su sistema, pretende que el movimiento del cuerpo se realice de manera fluida, en un todo armonioso, que la intención se transforme en movimiento de la manera más pura. La calidad anterior se logra debido a:
1. Un control adecuado de la musculatura de modo que la de tipo reflejo actúa prioritariamente manteniendo el control antigravitatorio o postural (contracción tónica) y, posteriormente, la musculatura voluntaria trabaje en actos de tal tipo. Así se logra un consumo de mínima energía. Recordemos que todo músculo voluntario también contiene fibras de tipo tónico.
2. Los movimientos del Método Feldenkrais están basados en un manejo adecuado de la cadera y conectar todos los movimientos desde ella. Este manejo no se debe a ley natural sino que se da por un proceso de aprendizaje logrado sólo con la práctica.
3. La adecuada coordinación de todas las partes del cuerpo en movimientos específicos, que orientan el ser completo a una misma acción. Esta coordinación es un proceso neuro-psico-fisiológico y no solamente de control muscular.
Algunos de los objetivos del sistema desarrollado por FK son: la eficacia del movimiento, la versatilidad en la acción, la capacidad mental y física de desplazarnos en cualquier dirección fisiológicamente posible. Esto se logra secuenciando adecuadamente el uso de la musculatura por medio de un control sucesivo de diferentes neuronas motrices. También busca que la persona realice movimientos de tipo circular. 
Los movimientos eficientes se logran en o con perfecta coordinación de los músculos antagónicos con los agonistas; a ello podemos llamarlo coordinación fina, y no restringir el concepto a los usos de los dedos en prensión de objetos pequeños. En esta coordinación fina existe un gasto energético mínimo ya que cuando un músculo o grupo muscular se contrae su antagónico se extiende y viceversa, de modo adecuado y complementario en cada instante.
La operación de contracción agonista/relajación antagonista no es lineal, esto implica que no se inician a una velocidad constante sino acelerada y, también, diferentes. Además, la curva de contracción correspondiente al músculo agonista no es complementaria de la del antagonista, ello implica que la coordinación fina de la musculatura no es un proceso “natural” o espontáneo, sino que se debe aprender, por su naturaleza compleja.

FK busca también que se privilegie el movimiento de los músculos posturales o tónicos, desarrollando al máximo sus posibilidades antes de que se opere con los músculos voluntarios o (fásicos y tónicos). Ello permite una alta eficiencia, ya que los músculos de contracción tónica no requieren de grandes cantidades de energía y son infatigables. En cambio los músculos fásicos son los que generan fuerza, se agotan rápidamente y consumen energía de más al actuar.
Anotando lo anterior y otras características podemos afirmar que Feldenkrais considera al movimiento altamente eficiente como aquel que:
1. Emplea las fibras tónicas de todos los músculos haciendo más eficientes su contracción.
2. Es reversible, lo que significa que es posible realizarlo por el mismo camino cuando se hace en dirección de “avance” que de “retroceso”.
3. Se puede detener en cualquier punto para continuar o retroceder o cambiar a una dirección u otro movimiento igualmente eficiente.
4. Se percibe como ausente de esfuerzo, como si no lo hiciera la persona sino que el cuerpo se moviera “solito” o “a la orden”. El efecto externo es de una aparente reversión de la ley de gravedad.
5. Se puede mejorar por medio de una práctica conciente, no repetitiva, en la que cada ensayo sea diferente al anterior o con una alta concentración de la atención e introduciendo descansos.
6. Se puede “despiezar” o ensayar en pequeñas partes, para hacerlo más fácilmente practicable y comprensible.
7. Por los dos puntos anteriores, su adquisición es un proceso de aprendizaje, y sólo en casos extraordinarios sería “natural” (más bien será aparentemente natural).
8. No aumenta significativamente el pulso cardiaco ni el nivel de ingesta de oxígeno (VO2)
9. Se puede realizar durante mucho tiempo ya que emplea fibras musculares que no se fatigan.
10. Por complejo que sea, se puede realizar como “un todo”, de manera que hay sincronía de las diferentes partes, ya que inician y terminan todas al mismo tiempo.
11. Los movimientos altamente complejos y eficientes se arman con movimientos pequeños o simples, también eficientes y no incluyendo ineficiencias.
12. Se realiza desde la cadera, del centro a la periferia. Es un proceso aprendido, y sólo "natural" en pocas personas.
13. Por su gasto mínimo se puede realizar durante mucho tiempo sin sensación de cansancio muscular y sin fatiga de la corteza motora.
Los puntos indicados están desarrollados por FK en sus diversas obras (1981, 1962, etc.)
Todos son aspectos que se deberían cuidar en las Artes Marciales.
Feldenkrais desarrolló un sistema específico para fomentar la acción con las características anteriores, el llamado ahora Método Feldenkrais®, de amplio uso en Europa, Estado Unidos y ahora mucho más en otras partes del mundo.

Este Método tiene dos grandes Técnicas: a) Autoconciencia a Través del Movimiento (ATM) que son lecciones de movimiento en las que se plantean verdaderos problemas kinestésicos que se resuelven de modo inductivo y muy personal, involucrando sucesivamente todas las partes del cuerpo y el ser. Se verifica la posibilidad de generación de opciones de movimiento y se exploran diversos caminos para la realización de cualquier movimiento. b) Integración Funcional (IF), que se da en sesiones individuales en donde el instructor realiza un proceso de contacto corporal para retroalimentar al cerebro del alumno y que éste pueda reorganizarse de modo más eficiente y libre.
Cuando se trabaja con IF el maestro hace que los impulsos aplicados a determinados puntos del cuerpo viajen a lo largo de los huesos, de modo que los sensores mecanorreceptores de las articulaciones se activen y ello permita la transmisión del efecto a todo lo largo del cuerpo y se modifique la autoimagen. Pero en todos los movimientos de ATM se explora ampliamente el movimiento para que el cerebro “elija” aquellos que sean más fáciles y eficientes, y resulta que esos son precisamente los que usan todos los músculos y mueven las articulaciones generando desplazamiento en curva.
En una siguiente entrada relacionaremos estos conceptos y otros con los propuestos en términos de movimiento de tres artes marciales: Judo, Aikido y Jeet Kune Do.


Referencias
Nota: los textos contienen la fecha en que fue publicado el libro disponible, aunque muchas obras fueron escritas con años de anticipación. Por ejemplo "Body and Mature..." fue escrito en 1949, pero yo dispongo de la edición de 1981; "El Aikido y la Esfera..." es una obra escrita en 1968 en inglés, yo dispongo de la edición en español de 2001; y así sucesivamente.

Aguirre, H. D. 
    2004. Aplicaciones en psicología del Método Feldenkrais. Tesis de licenciatura. Facultad de Psicología. UNAM. México.

Feldenkrais, M. 
   1962. Higher judo. Ground work. Frederick Warne & Co., Ltd. Londres. 
  1977. The case of Nora.  Adventures in the jungle of the brain. Body awareness and healing therapy. Harper &  Row, Publishers. 1ª ed. New York, USA.
 1981. Body and mature behaviour. A study of anxiety, sex, gravitation and learning. International Universities Press Inc. Nueva York, 8ª imp. 
  1981(b).  The elusive obvious. California, USA.
  1985. Autoconciencia por el movimiento.  1985.  Paidós. España. 1a reimp.
  1995. El poder del yo.  La autotransformación a través de la espontaneidad. Ediciones Paidós Ibérica, S. A. 1ª ed. Barcelona. 

Lee, B.
   1990. El Tao del Jeet Kune Do. Editorial Eyras. Madrid.

Reay, T y Georffrey, H.
   1989. Manual de Judo. Editorial Diana, S. A. de C. V. 1ª ed. México.

Ratti, O. y Westbrook, A. 
   2000.  Secretos de los samurai. Editorial Paidotribo. Barcelona. Westbrook, A y Ratti, O.

Sánchez-Rivera, J. M. et al.    
   1979. Integración corporal y psicología humanística. Relajación, masaje, hatha-yoga, Aikido, conciencia sensorial. Ediciones Marova, S. L. 1ª ed. España.

Westbrook, A y Ratti, O.      
     2001. El Aikido y la esfera dinámica. Ediciones Obelisco. 1ª ed. España.


D. R. 2003 Darío Aguirre